Primero fueron las heladas a principios de 2020, luego vino la pandemia que obligó a los paperos a sacar los bultos a las carreteras y regalarlos por $20.000 pesos y finalmente, cuando todo parecía más estable, los precios de los insumos químicos —todos se importan— por las nubes dieron la estocada final. Hoy apenas unos 30.000 paperos siguen de pie tapando los huecos que les ha dejado en sus bolsillos una mala racha que no parece tener fin.
Hoy la papa se cotiza por lo alto y los grandes paperos, unos 15.000 mil, lo están aprovechando, pero no para volverse ricos, sino para salir de deudas. Jairo Calderón, sentado en su oficina ubicada en Madrid, Cundinamarca, no para de hacer cuentas para explicar lo que ha vivido en este último año y medio. Sigue en pie porque tenía un respaldo económico, empresarial y bancario que le permitió perder y seguir perdiendo. Ese es el capitalismo en el que sobreviven los más fuertes.
Pero las crisis llegan para todos. El Paro Agrario de 2013 golpeó con fuerza a todos los paperos y cuando iba recuperándose el 2020 embistió con fuerza. Solo a mediados de ese año ya había perdido $3.000 millones.
José Cortés, uno de los intermediarios del negocio, que pone papa en Corabastos, explica que por estos días el precio se trepó porque no hay producto en los campos.
“El precio se elevó porque los empresarios se ‘mamaron’ de perder”, dice Cortés y así también lo dice Jairo Calderón, quien confiesa que al no haber otros jugadores en el mercado el precio se incrementó y ellos aprovecharon el momento para recuperarse. En una entrevista ministro de agricultura, Rodolfo Zea, declaró que por efecto de oferta y demanda se están corrigiendo los precios de la papa, con lo cual los campesinos están recibiendo un precio justo; pero el ministro solo se refería a los pocos que quedaban en juego; los pequeños que se quebraron dicen sentirse abandonados por el gobierno, pues ni siquiera los mencionó.
El precio de la papa al día de hoy se ha quintuplicado en las tiendas de barrio, mientras que en Corabastos un bulto que antes valía entre $60.000 y $80.000 hoy está entre los $140.000 y los $160.000. Desde hace tres meses Jairo Calderón le está sacando el jugo a la situación y ha logrado pagar algunas deudas que ya iban por los $8.000 millones. El aguantar a las malas, porque realmente no sabe hacer nada más sino cultivar y vender papa, le dio oportunidad a Jairo Calderón para recuperarse y consolidar su nombre entre pocos como uno de los gigantes de la papa de Colombia.