El TEMOR de
muchos colombianos
Es una figura contemplada en el artículo 213 de la Constitución Política que puede declarar el presidente “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana”.
El mandatario necesitaría de la firma de todos los ministros para declararlo, pues se trata de darle facultades especiales a él durante un periodo de noventa días, aunque existe la posibilidad de prorrogarlo hasta por dos períodos iguales. En ese caso, se requiere el concepto previo y favorable del Senado de la República.
Por estos días del Paro Nacional, son muchas las voces que se elevan para acusar o defender acciones a favor o en contra del Estado. Esperanza Gómez, la reconocida actriz de la industria porno, lanzó un vídeo en las redes en donde intenta prevenir a la nación del peligro de decretarse un Estado de Conmoción Interior.
De inmediato, seguidores del partido de gobierno, atacaron a la actriz, asegurando que ella debería hablar de porno, que es su profesión y no de temas profundos como la institucionalidad y el congreso.
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Infortunadamente, según analistas políticos que no representan a ningún partido, piensan que lo que está pasando en Colombia producto del Paro Nacional, es que las personas han desarrollado un especial interés de leer, investigar y opinar con respecto a la política, algo que debimos hacer desde hace décadas, para comprender cómo funciona nuestro país.
Tal vez las palabras de Esperanza fueron un poco alarmistas, pero en resumen lo que dijo tiene mucho sentido. Al decretarse un Estado de Conmoción, el congreso en pleno le otorga al presidente todas las facultades necesarias para gobernar sin el habitual trámite de aprobación del congreso. En eso tiene razón.
Entender las leyes, las normas y la constitución es un deber de todos los colombianos, es el camino que nos permite avanzar para el desarrollo de un país enfocado en el progreso social.
De igual manera, se debería instruir en otros aspectos de la economía y la educación para mejorar la calidad de vida y pensamiento de todos los colombianos, dejando a un lado las diferencias políticas de la población.
Mao Escribidor
