La comprensión de lectura ha sido sometida a examen durante esta contienda electoral. Y, la verdad, se rajó. Pues de lo dicho a lo interpretado hay bastante trecho en una cantidad de casos que dejan suponer una falencia grave en el entendimiento de las personas, aún de las que han alcanzado niveles educativos medianos y altos.
El último caso fue el de la hija del candidato Gustavo Petro que en una entrevista con el diario El País de España dijo textualmente:
“Estamos conociendo quién es verdaderamente Rodolfo Hernández y no podemos dejar que sea presidente. Creo, a mi parecer, que, si llegara a ser el caso, podría generar un estallido social mucho peor que el del año pasado».
No dijo más pero tampoco menos. Y las interpretaciones han ido desde que está amenazando hasta que el Pacto Histórico no reconocerá los resultados si pierde.
