La violencia en Colombia ha sido cíclica a través de los años. Si bien los colombianos nunca han sabido lo que es vivir en paz, últimamente el terror se está apoderando de las calles y pareciera que se está viviendo un nuevo episodio sanguinario.
Lastimosamente la violencia se ha vuelto paisaje, principalmente en las zonas remotas del territorio colombiano. Pero últimamente ha tomado protagonismo en importantes zonas urbanas, como la capital.
Ni siquiera se ha resuelto el homicidio múltiple que se presentó hace menos de una semana en la Autopista Norte de Bogotá, donde encontraron cuerpos torturados, y el horror vuelve a sonar. En la madrugada de este jueves fueron hallados tres cadáveres en bolas de basura.
Los tres cuerpos fueron encontrados sobre una carreta abandonada en el barrio El Amparo, de la localidad de Kennedy. Las autoridades presumen que este caso se trata de un nuevo ajuste de cuentas entre bandas traficantes de drogas. Lastimosamente, estos hallazgos se están volviendo comunes.
Por otro lado, al interior de una casa del barrio ITA, del municipio de Buga, del Valle del Cauca, fueron asesinadas tres personas con arma de fuego por un grupo de hombres. En menos de un mes se han presentado varias masacres en el norte del Valle del Cauca: el 31 de julio fueron asesinadas cinco personas en La Unión y el 15 de agosto hubo tres víctimas en el municipio de Toro.
La situación en Bogotá y el norte del Valle es preocupante. Estas víctimas no son las primeras y, si las cosas siguen así, no serán los últimas.