Opinión: Kico Becerra

En este momento de mi vida, los acontecimientos sociales se reducen a casi solo a:

-Velorios o entierros. Donde nos damos cuenta de lo corta de la existencia humana y lo cerca que cada vez estamos de irnos. Además de que, por duro que sea, la vida sigue y nos toca disfrutar sin amargarnos lo que nos queda de ella.

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Lo que más me molesta de los velorios es la mirada que sufren algunos coetáneos a los cuales parece les están diciendo: tenés cara de ser el próximo ; «lo ví en funerarias condiciones», me dijo un conspiscuo amigo, cuando le pregunté por un compañero de colegio.

-Matrimonios: Donde se celebra la muerte de la vida de solteros. A las mujeres les fascina ir a la ceremonia, tratan de llegar de primeras para ver si el vestido de la novia era menos bonito que con el que ella se casaron. Es como un gusto sadomasoquista de género, ver esposados a otros.

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A mi me gusta llegar directo a la fiesta. Es cómo una especie de revancha con los padres de la novia, donde vemos cómo se gastaron ese billetico en los amigos y la cantidad de enemigos que se ganaron por no haber podido invitar a todos los que se sentían con derecho a asistir. Los que ya pasamos por eso, nos tranquiliza saber que otros también lo padecen.

Ahora esas fiestas que antes me duraban hasta el amanecer, se me acortaron sustancialmente, por cuenta del Reguetón y ruidos afines.

Ese romanticismo de las letras reguetoneras ahora me hace huir prematuramente de las fiestas: «me la pones dura, dura, dura»; «está medio gordita pero chupa chévere»; «eso en 4 no se vé»; «que tu quieres ver, chica mala? Quiere VER gas o VER gotas».

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Ñapa: Confieso que estoy fuera de orbita, me siguen pareciendo mejor las letras de los boleros como: » los aretes que le faltan a la luna»; «tres palabras» y «la gloria eres tú». Las de la salsa romántica como: «que locura fue enamorarme de ti»; «vivir lo nuestro»; «fabricando fantasias» y, por qué no decirlo, «las caleñas son como las flores».

Si algún lector está de acuerdo por lo expesado por mi en este susurro , me permito comunicarle que es una cáncana chuchumeca.

¡No vaya a fiestas, lo nuestro son las viejotekas!!

Director: Habib Merheg Marún