Se cumplieron seis meses del conflicto entre Rusia y Ucrania y los efectos se han visto presentes en diferentes ámbitos de la esfera mundial. Otros países también se han visto afectados y una de las preocupaciones más evidentes es sobre el gas ruso, que surte a diferentes naciones europeas y que se encuentra en escasez.

A partir de septiembre las temperaturas empezarán a disminuir en Europa y este punto es que el genera mayor preocupación, pues en invierno el gas es vital para la calefacción de hogares y lugares de trabajo.

Algunos países de Europa ya aseguran estar experimentando una disminución del gas ruso del 70 %, lo que podría generar una crisis energética, pues muchas plantas térmicas y energéticas operan con gas.

Dicho esto, hay preocupación y expectativa de lo que sucederá en Europa ante la escasez de gas. Uno de los más afectados es Alemania, que no solo necesita ese servicio para el uso en los hogares, sino también en sus poderosas industrias.

Habib Merheg Marún