Desde el 2018, el 20 de mayo se celebra el Día Mundial de la Abeja según lo determinó la Asamblea General de Naciones Unidas.
Cada “día especial” de algo que se celebra en el mundo, pretende que, entre tantos asuntos de la cotidianidad se destaque uno y, aunque sea por un día, se hable del tema con preferencia.
En el caso de las abejas, hay que decir que sin ellas no habría comida. Así de grave. Las abejas son responsables de la polinización de las flores en gran medida. La polinización es la que permite la fecundación, es decir, la unión de las células sexuales femeninas y masculinas sin la cual no habría reproducción.
Las frutas que llegan a cada mesa tuvieron la intervención de las abejas en porcentajes que oscilan entre el 75 y 90 por ciento.
A pesar de su importancia, cada día hay menos abejas y la apicultura (la actividad que permite su cultivo y explotación), es cada vez más difícil y menos rentable debido al uso de insecticidas y a la contaminación ambiental.