Por @EscribidorMao
En el país maravilloso de la corrupción, las noticias de evasión a la justicia son tantas, que se podría hacer una serie de televisión y podría ganarle en episodios al mismo Sábados Felices, porque en este país, los bandidos lograron demostrar que ser muérgano y corrupto paga.
seis muertos
En el maravilloso mundo de los bandidos en Colombia la realidad tiene un contorno muy distinto a la del resto del planeta. Aquí todo se resuelve con tres elementos fundamentales: Plata, Amigos en las Altas Esferas o un prestigioso Apellido.
Si usted cuenta con una de esas tres condiciones, o las tres en conjunto, usted está en ese círculo privilegiado de Colombiano que puede salir borracho en su carro a toda velocidad y llevarse por delante al que quiera, siempre y cuando las víctimas sean gente humilde, de esas que a nadie le importan y que si mueren nada va a pasar.
El señor (si es que tiene el derecho a llamársele ‘señor’), fue capturado por las autoridades y se logró que, gracias a la prueba de alcoholemia, se demostrara que Vives Caballero estaba bajo la influencia del licor en alto grado de intoxicación.
comienza la trama de la defensa
El abogado, de esos que en Colombia les encanta representar a los bandidos, porque saben que entre más grave el asunto más billete saldrá de los bolsillos del acusado, porque se necesita un buen capital para comprar testigos, deslegitimizar a los de la fiscalía y mover palancas en la justicia. Ese abogado lo primero que hizo fue llevarlo a una clínica de Estética y no iba una cita de masajes o una evaluación de grasa corporal, no señores, iba porque su estado de salud era deplorable y necesitaba la asistencia de un profesional en la estética. Yo no puedo entender cómo las autoridades permiten que eso pase. ¿De qué sirve una clínica estética en un caso como este? Soy bruto, necesito una buena explicación.
Cuando Vives se entera que será transferido a la fiscalía y en medio de un guayabo infernal, decide con su aliado y familiares, llevarlo a una clínica de trastornos mentales, porque lo que no pudo hacer la estética, lo va a lograr el loquero al que debieron haberle puesto una platica segura, para que diga que está enfermo.
Llegó la Procuraduría y mando a callar
Vives fue tan descarado que en su primera intervención después de haberse sedado con el fin de evitar su traslado, dio testimonio asegurando que sólo había tomado dos cervezas y que estaba dispuesto a darle la cara a la justicia, pero se logró demostrar todo lo contrario, Vives tenía un plan de fuga.
La representante del Procuraduría General de la Nación, Gloria Guzmán Duque, reveló que se tiene evidencia que, con la complicidad de sus familiares y abogados, el señor Vives Caballero intentó fugarse en varias oportunidades del centro de salud donde permanecía internado.
“Solo quiero mencionar una anotación que se hace en la historia clínica en la que se muestra alerta orientada en las tres esferas, colaborador, bien orientado, pero que, minutos después, cuando se instala la audiencia y él (Vives Caballero) dice que está inconsciente y, una nota de enfermería del 15 de septiembre, a las 17:46 que dice: ‘paciente que no acepta remisión, se intenta fugar varias veces, se le detiene y se le explica, el cual no acepta la remisión y no firma consentimiento, el cual se da a la fuga con familiares, abogado y su custodio’”, dijo la funcionaria.
Vives Caballero podría afrontar una condena que podría ir de 208 a 406 meses de cárcel (entre 17 y 33 años) si dividimos eso en seis víctimas, la condena por cada uno sería de dos años y medio por cada joven asesinado.
