Las fuerzas armadas ucranianas confirmaron que Moscú había “intensificado su ofensiva” en el flanco oriental.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció una “nueva fase” de la ofensiva. “Estoy convencido de que será un momento muy importante para esta operación especial”, declaró Lavrov a la prensa india, usando el término con el cual Moscú se refiere a la violenta invasión.

A su vez, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, aseguró que sus tropas estaban implementando un “plan de liberación” de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk”, los territorios separatistas pro rusos del este de Ucrania.
El ministerio ruso lanzó además una advertencia “a los militares del ejército ucraniano”: “No pongan a prueba a la suerte, tomen la decisión correcta, la de poner fin a las operaciones militares y depongan las armas”.

El secretario general de la ONU, Antonio Gutierres, denunció una “concentración intensa de fuerzas y fuego” que hace esta batalla inevitablemente más violenta, sangrienta y destructiva” y pidió una “pausa humanitaria” de cuatro días con ocasión de la Pascua ortodoxa.