Opinión: Kico Becerra

Que dolor siento por nuestra vuelta al pasado. El cruel asesinato de Karina García, con su madre y acompañantes y, después, la incineración de sus cuerpos en el vehículo, es un hecho aterrador. Me devolvió a la masacre de la familia Turbay en el Caquetá.

MASACRE EN EL CAUCA

¿Por qué? Porque los contrarios falsamente la pusieron como amiga de paramilitares y, una vez esparcida la calumniosa noticia, no fue posible recogerla.

Ahora, mientras sus huesos calcinados no ha sido posible reconocerlos, para saber cuáles son los de ella y cuáles los de su madre, muchas campañas políticas siguen usando falsas acusaciones contra sus adversarios ¿esperando qué? ¿que haya otros crímenes que les abran las puertas del poder?

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Es espantoso ver que, algunos candidatos solo sienten que tienen posibilidades de ser elegidos si logran «sacar del camino», por cualquier vía, al adversario.

Los debates se han convertido en una feria de insultos y calumnias de todo tipo. Parecen jueces sentenciando al adversario, anunciando detenciones y otras cosas peores, como las que causaron la muerte de Karina. Si yo fuera candidato no iría a debates que no fueran transmitidos por medios de comunicación masivos, donde cualquier falsedad se pueda acusar judicialmente y tenga consecuencias jurídicas.

Escolta narró el ataque a candidata a la Alcaldía de Suárez, Cauca

Añoro las últimas elecciones, cuando no hubo crímenes atroces y La Paz era la protagonista.

Volvimos al guerrerismo que era lo que algunos querían; otra vez soldados muertos y el hospital militar lleno.

¡Me duele mi patria!

Ñapa: Me voy de aventura a un lugar del mundo que no conozco: El cáucaso. Estaré en Georgia y Armenia; antes visitaré Uzbekistán. Por este motivo los susurros serán menos frecuentes. Descansarán de mi, los felicito.

Ñapita: Gracias por los consejos para liberarme del tocón de Juancho Vargas. Para nada sirvieron, ahora me está pidiendo fotos íntimas en chat privado. Tras depravado, gerentofilio de mal gusto, dijo mi hermano, Memeto.