El atentado contra un grupo de líderes, entre ellos Francia Márquez, motivó a esta afrodescendiente, ganadora del que es considerado el premio Nobel del medioambiente, a elevar su voz de protesta con más fuerza y a asegurar en su consigna que no se rendirá.

Ella y los también líderes Carlos Rosero, Víctor Moreno, Clemencia Carabalí, Sofía Garzón –entre otros que estaban reunidos en la vereda Lomitas, en Santander de Quilichao, cuando hombres armados les dispararon y les lanzaron una granada en la tarde del sábado pasado– manifestaron que no desfallecerán en su propósito por defender el derecho a la vida, en especial el de su “pueblo negro”. 

Pero, sobre todo, a la tierra que les pertenece a los habitantes de esta región, entre pescadores, balseros y agricultores, y que en el pasado ha estado en disputas, inclusive con multinacionales interesadas en la explotación minera.

Ese propósito lo ratificó la misma ganadora del Goldman Environmental Prize en 2018, luego de este ataque del que salió ilesa, al indicar.

“El atentado del cual fuimos víctimas líderes y lideresas nos invita a continuar apostándole a lograr la paz en nuestros territorios, en el departamento del Cauca y en nuestro país. Ya está bueno de tanta sangre derramada”. Y añadió: “No nos pasó nada, gracias a Dios, pero uno de mis escoltas está herido y otro compañero”. Los heridos fueron identificados como Gildardo Ramírez y Luis Alexánder Becerra.

La lideresa reiteró la defensa por los recursos naturales, como lo ha hecho desde que era una niña, cuando creció junto al río Ovejas, aquel cauce que ella, su familia y vecinos defendieron en una pugna en 1983, por la desviación de las aguas para surtir una represa en el Valle del Cauca. Fue por el mismo río Ovejas que ella instauró una tutela, hace cinco años, en contra de una docena de retroexcavadoras de la minería ilegal que devastaron la zona.

El líder Víctor Moreno también coincidió con Márquez en la preocupante presencia en el departamento de grupos al margen de la ley; entre ellos, ‘los Pelusos’, que están aliados con el Eln, y los llamados grupos residuales o disidentes de las FARC con fuerzas del narcotráfico.

Así se lo ratificaron a las autoridades de Santander de Quilichao, donde este domingo se llevó a cabo un consejo extraordinario de seguridad para coordinar operativos en el área rural con el Ejército y en el casco urbano con la Policía, trabajando de la mano con la gobernación del Cauca.

Las autoridades informaron que no solo buscan intensificar las acciones de control en Santander de Quilichao, sino en otros municipios del norte caucano, como Toribío, pues allí, horas después del atentado a los líderes, hombres armados dispararon contra la estación de Policía de este municipio.

El alcalde de Toribío, Alcibiades Escué, dijo que fueron ráfagas de fusil y que por fortuna no hubo ni muertos ni heridos.

El mandatario explicó que el hostigamiento se presentó a eso de las 10 de la noche del sábado en la vereda Loma Linda. Esta acción, según el alcalde Escué, fue atribuida a disidencias de las Farc. A su vez, las comunidades de la vereda Lomitas también piden más pie de fuerza.

Channel Plus
Director: Habib Merheg Marún

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