El incremento del río Medellín generó la evacuación de al menos 96 viviendas el fin de semana pasado, a causa de la socavación de los terrenos cercanos a la orilla del río, dejando a 1.400 damnificados y 11 fallecidos.
Al norte del Valle de Aburrá, en la vereda Ancón 2, municipio de Copacabana, un movimiento en masa en una zona de 20 hectáreas afectó a 264 habitantes, que tuvieron que evacuar 70 viviendas a la orilla del río. Oscar Restrepo, alcalde de ese municipio, declaró la calamidad pública y pidió ayuda para conseguir recursos para atender la emergencia.
En el municipio de La Estrella, al sur del Valle de Aburrá, dos bodegas se desplomaron sobre el río Medellín y 26 viviendas fueron evacuadas, también por inestabilidad en los terrenos. Este lunes las autoridades de ese municipio informaron que esas bodegas tenían una orden previa de demolición que no había sido acatada.
Johnny Alexander García, alcalde de La Estrella, indicó que está a la espera de los resultados de las investigaciones sobre las causas del deslizamiento, para determinar si declara la calamidad pública.
García, aseguró el municipio otorgará un conjunto de ayudas para las familias afectadas, 11 subsidios de arrendamiento para las familias cuya vivienda era propia y 15 subsidios de acarreo para las que vivían como arrendatarias.
Al suroeste del departamento, en la cabecera municipal de Urrao, aún llegan damnificados por el desbordamiento del río Mandé, que inundó 12 comunidades afro e indígenas. Muchas de ellas aún están sin recibir ayuda por parte de los organismos oficiales, a causa de las condiciones climáticas.
Al noroccidente, en la vereda Sadem Candelaria, del municipio de Chigorodó, se reportan 36 familias afectadas y un número no calculado de hectáreas cultivos de yuca y plátano que fueron arrasados por las crecientes.
El capitán René Bolívar, coordinador de desastres del Dapard, dijo que esta temporada de lluvias, a pesar de su fuerza, no ha causado tantos estragos como las temporadas de años anteriores. Sin embargo, advirtió que apenas se está llegando al punto pico de la ola invernal, que durará hasta mediados de junio.
“Seguimos invitando a todos los municipios para que estén atentos y verificando sus planes de acción para prevenir emergencias. A las personas que viven al lado de los ríos y quebradas a estar pendientes a su comportamiento, tanto en su nivel, como en su coloración, para que si ven algo anormal informen de inmediato a las autoridades del municipio”, dijo el capitán Bolívar.
El potencial incremento del nivel de los ríos tiene en alerta naranja a todos los municipios del Valle de Aburrá, a las poblaciones de la cuenca del río Atrato, entre los municipios de Vigía y Murindó, y al municipio de Puerto Valdivia en la orilla del río Cauca.