Cosas raras que solo pasan en Colombia: las ciudades se alejan entre ellas y, a pesar de las obras viales, cada vez es mayor el tiempo de desplazamiento.
Es lo sucedido durante más de 11 años entre Medellín y Pereira. Un recorrido que se hacía en 4 horas pasó a gastarse 10 o más debido a las obras sobre la vía que producían tantos “pare y siga” que el viaje se hacía insufrible. Sobre todo, porque en cada parada era muy difícil ver que el motivo fueran obras en la vía. Lo más normal era ver tela verde, maquinaria estacionada y arrumes de material de construcción. Pero trabajo, poco.
La semana anterior, luego de 11 años, la concesión anunció el fin de los “pare y siga”. Buena noticia que sin embargo no ofrece la vía que, se supone, se debería haber construido después de tanta espera.
¿Quién responde por el tiempo, el dinero y las molestias que tantos años de demora causaron? Nadie. Esas son cosas que solo suceden en Colombia.