El cabo Daniel Eduardo Gómez Robledo no tuvo reparo alguno en disparar, con su fusil de dotación, cuatro veces contra la humanidad de Dimar Torres, que indefenso, recibió una muerte fría y calculada por parte del militar. Los hechos ocurrieron la tarde del 22 de Abril de 2019.
El cabo, condenado esta mañana a 20 años de cárcel, es el único militar que ha respondido por el crimen qur tuvo lugar en la vereda Carrizal, del municipio de Convención, Norte de Santander. Luego de firmar un preacuerdo, el suboficial aceptó haber cometido el asesinato,como el autor material.
Mientras tanto, los otros militares involucrados en el homicidio culposo, no han sido llamados por la justicia. Es el caso del teniente coronel Jorge Armando Pérez Amézquita. La Fiscalía tiene en su poder copias de chats que indicarían que el oficial habría planeado el asesinato de Dimar en compañía de varios soldados.
La Fiscalía dice contar con elementos materiales probatorios para imputarle cargos a Pérez Amézquita por coautoría. Sin embargo, la audiencia lleva suspendida casi tres meses. Y la razón es bastente simple, la defensa solicitó un estudio de competencia para intentar que el caso fuera a la Justicia Penal Militar. Este escenario ya fue descartado.
Una vez más y como ya es costumbre en nuestro país, los mandos bajos son los que terminan pagando las penas mayores, mientras los altos rangos de las fuerzas militares, se las ingenian para evadir la justicia y salir honorosos ante un crimen tan escándoloso como este. Esperemos que las cortes y la fiscalía no se queden sólo con la condena del Cabo y los demás involucrados paguen como lo establece la justicia.
Director: Habib Merheg Marún