El presidente Gustavo Petro volvió a encender la discusión sobre la reforma pensional que deberá pasar por el Congreso con el fin de poder cumplir una de sus promesas de campaña.
Los 80 mil pesos se refieren a la cantidad que el gobierno anterior destinó como subsidio mensual para los adultos mayores que no tienen pensión actualmente y que según cifras oficiales serían más de tres millones.
“$1 billón y pico de recursos se destinan al adulto mayor, a través de los famosos bonos de $70.000 u $80.000 que no le quitan el hambre a nadie. Estos fondos deben pasar a Colpensiones en espera de lograr que la reforma pensional irradie recursos hacia el programa adulto mayor. Eso lo veremos el año entrante, ubicando la opción, por primera vez en la historia de Colombia, de 100% de cobertura pensional”, anunció el presidente Petro.
Las reacciones han brotado por doquier, desde excandidatos presidenciales que como Federico Gutiérrez dicen que Petro va a expropiar las pensiones hasta asesores del propio presidente que defienden el esquema de pilares como fórmula justa para que la “bolsa” se reparta entre muchas más personas.
Toda reforma deberá pasar por el Congreso donde le espera una ardua lucha pues, aunque Petro ha consolidado la mayoría, las presiones de los grandes grupos que hoy manejan billones de pesos del ahorro pensional se harán sentir fuertemente.
Como jugada política -sin entrar a discutir si la propuesta reventará aún más el sistema o lo fortalecerá-, entregarle 500 mil pesos en lugar de los 80 mil actuales a tres millones de colombianos es un mensaje poderoso que éstos quizás decidan agradecer en las urnas.