Para unos es divertido, para otros es algo serio y para los más eruditos solo se trata de egos y de imagen ante la sociedad. Ayer en La W Radio, en el espacio de Vicky Dávila, la periodista tenía programada la visita del Senador y ex candidato a la presidencia Gustavo Petro, pero este no llegó a la hora que citada y cuando llegó, vaya sorpresa le cerraron los micrófonos (así lo expreso en su cuenta de Twitter Petro) y el programa no tuvo la presencia del Senador.

La polémica se desata cuando Petro, a quién se le cancela la entrevista, trina por las redes que ya llegó a la emisora y que Vicky no lo dejó hablar, por su parte Vicky, más agresiva que Petro, le responde de manera fuerte y directa acusándolo de irrespetuoso y otras cosas.

Es comprensible la molestia de Vicky Dávila por el retraso de Petro, pero cabe recordar que en una ciudad como Bogotá intentar cumplir con las agendas es complejo debido a la terrible movilización que ofrece la ciudad, pero independiente a esto, es común que los invitados no lleguen a tiempo y perjudiquen la producción de un espacio periodístico.

Lo que sí se ve muy mal son las frases usadas por la periodista (… usted cree que los oyentes lo tienen que esperar como a un rey), esta frase pone en evidencia que hay un sentimiento de rabia de parte de ella, que asegura que ese mismo sentimiento es compartido por todos sus oyentes. ¿Debemos preguntarnos si los oyentes se sienten igual o si esas frases de ataque, son solo el reflejo de lo que ella, individualmente piensa, pero que incluye a sus oyentes para sentirse respaldada en su acusación?

Ahora, si como ella lo expresa en otra parte ( … ayer también me tocó cambiar de programa faltando cinco minutos para las doce …) existe la evidencia que el señor Petro ya incumplió una cita el día anterior, ¿Para qué lo invita al siguiente día? ¿Qué objeto tiene creer que no será distinto?

No se trata de estar a favor del uno o del otro, se trata de analizar y entender las dos caras de la moneda. En un país tan polarizado como este, la prudencia y la sensatez deben ser tema de cada día. No debe olvidar Vicky que a sus invitados no se les paga por estar ahí, pero que su presencia es el ACTIVO COMERCIAL que les permite vender publicidad en la emisora y pagar los sueldos de todos los que ahí trabajan, así que tratar de esta manera a quien sirve el pan en la mesa de la casa, no es un una estrategia saludable. Admiración total por Julio Sánchez Cristo que sin llegar a esos extremos y sin tanta alharaca pone a todos en su sitio con elegancia y educación.

Director: Habib Merheg Marún