Este hombre afortunado también cena comida sencilla en el restaurante de siempre porque le gusta llevar una vida simple.
Bobby Stuart, un hombre de 65 años que se convirtió en millonario tras ganar la lotería de Maine (EE.UU.) dos veces este año —un millón de dólares este mayo y 100.000 dólares cuatro meses después— mantiene su vivienda y su empleo porque le gusta llevar una vida simple.
De hecho, este varón duerme en el mismo remolque en el que reside desde hace 40 años y aún trabaja como conductor de una pala mecánica porque en su día a día «no hay nada diferente», declaró al diario The Boston Globe.
Stuart dio parte de sus ganancias a cada uno de sus tres hijos y hace «lo mismo que hacía una y otra vez»: al terminar su jornada, cena en el mismo restaurante del trabajo un alimento modesto, generalmente una hamburguesa o un perrito caliente.
Su hijo Greg, quien también obtuvo un premio de 250.000 dólares en la misma lotería estatal, señala que su padre «está feliz de quedarse donde está» y continuará comprando boletos para mantener su racha de suerte, ya que recientemente recibió otros 500 dólares.
Director: Habib Merheg Marún