En esta elección, en la pasada y en otras, pareciera que las viejas caras son la fórmula para llegar a la Gobernación de Antioquia. Hace cuatro años, Luis Pérez resultó electo, luego de cosechar experiencia como alcalde de Medellín en el período 2001-2003 y de haber sido en otras tres ocasiones candidato a ese cargo, quedando siempre en segundo lugar. Ayer tampoco fue la excepción. Aníbal Gaviria, político de vieja data, quien ha fungido como mandatario de la capital y del departamento, le ganó al repitente Andrés Guerra, un joven proveniente de la casa política Guerra Serna, que milita en el Centro Democrático desde su creación y a quien, según analistas políticos, el continuar en campaña desde el 2015 lo “quemó” para estos comicios.
«Un golpe mortal
al Uribismo local»
Según muchos, Gaviria nació para lo público, pero su carrera en la política estuvo impulsada por el liberalismo tras el asesinato, a manos de las Farc, de su hermano, el popular exgobernador Guillermo Gaviria, en 2003. Sin experiencia, fue elegido como el candidato de esa colectividad, que lo presentó como la continuidad de su hermano, figura que le valió para hacerse, a sus 38 años, el nuevo mandatario departamental entre 2004 y 2007.
Siendo gobernador, se consolidó como el mejor mandatario regional del país según la Fundación Colombia Líder, entregando el cargo con el 87 % de favorabilidad. Su destacado mandato le valió para hacerse elegir, en 2011, alcalde de Medellín, gestión que también recibió reconocimiento. Por eso, cuando anunció su aspiración para estos comicios, de entrada, expertos comenzaron a darlo como el más factible ganador y no se equivocaron. Con esta tercera elección, Gaviria ratifica su poder en un departamento netamente uribista, ahora junto al liberalismo, la U, los verdes y la bancada conservadora, que desestimó el aval a Juan Camilo Restrepo.
Director: Habib Merheg Marún