Miles de estudiantes llegan cada semestre a las universidades para dar inicio a la carrera que escogieron para convertirse en profesionales. Muchos de ellos, dependen del esfuerzo de sus padres, que en muchos casos acuden a préstamos con financieras o cooperativas para que sus hijos salgan adelante.
Equivocadamente los padres piensan que las profesiones como Medicina son las más rentables y hoy, tristemente vemos como médicos que estuvieron siete años en la universidad formándose bajo presión, largas horas de estudio y hasta un año de trabajo social, terminan ganado un millón y medio de pesos mensuales, cuando la carrera fácilmente tuvo un costo de casi 200 millones de pesos.
Pero gracias a las nuevas tecnologías, la internet y los juegos virtuales, ha surgido un nuevo mercado de babosos que con una cámara y costa de vídeos sin sentido, se convierten en estrellas de la redes y todo gracias a otro grupo de babosos, más babosos, que admiran y siguen a estos personajes, llevándolos a la fama a costa suya.
Admito que hay Youtubers que se especializan en una temática y logran impactar a la sociedad con contenidos interesantes, La Pulla y Daniel Samper son dos casos interesantes en donde se rescata la investigación, el contenido y su enfoque.
Lo que no me cabe en la cabeza es que existan los babosos que siguen a personajes en su diario vivir, desde que se levantan, mean, cagan, se lavan los dientes, desayunan y así durante todo el día y admiran cada estúpida acción que realizan sin que tenga alguna relevancia o enseñanza en la vida de sus seguidores.
¿Cómo es posible que la vida de
un babos@ se convierta en un
símbolo social para las juventudes?
Esa es la consecuencia de una sociedad que dejó de importarle el futuro y cambió conocimiento por entretenimiento, muchos de estos babos@s son el hit del momento y en unos meses ya nadie recuerda quienes eran. Así funciona la sociedad actual.
Estos babos@s (insisto con su título) llegan a ganar un promedio de $15 millones de pesos mensuales por decir bobosadas,hacer babosadas y conseguir un par de millones de babos@s que aplaudan y sigan sus miserables publicaciones que en nada ofrecen crecimiento, por el contrario degeneran las virtudes de la especie y nos hace ver tan estúpidos, que provoca comprar boletos a Marte y desaparecer del planeta.
¿De verdad estamos pasando por un
proceso evolutivo o involutivo?
Me inclino a pensar que existe un plan maquiavelico que a través de un programa de miedo e inseguridad, nos ha ido alejando cada día más del socialismo (hablo del acto de ser social) y nos arrincona en un espacio de la casa, en donde dependemos totalmente de un dispositivo que nos conecta a la red y nos hace sentirnos seguros en un entorno de encierro y soledad.
Nos alistamos para la era del zombie solitario, de ese individuo dependiente de una red, que ya casino habla, solo sabe chatear en un nuevo idioma que se come las letras y abrevia palabras y frases enteras. Un zombie que le teme a sentir cosas por los demás, que evita enamorarse, y que tiene relaciones sexuales con ambos sexos sin sentirse identificados con alguno en especial.
Me asusta ver esos cambios, esas tendencias que nos hace pensar que lejos de mejorar nuestra calidad de vida como especie, nos convierte poco a poco en una cosa babosa que no va para ninguna parte.
¿Qué nos está pasando?
¿Si vamos por el camino
que es o nos desviamos?
TINIEBLO