La alcaldesa Claudia López realizó un evento de perdón y reconciliación en homenaje a las 10 personas asesinadas en Bogotá enlas manifestaciones del 9 y 10 de Septiembre, acto al que fue invitado el presidente Duque, quien no asistió al evento organizado por la alcaldía de Bogotá.
A sabiendas que el presidente no tenía intenciones de asistir, la alcaldesa, a último momento puso un pequeño letrero en la silla asignada al presidente con su nombre, lo que generó todo tipo de críticas, tanto de parte de los opositores del gobierno, así como quienes defienden al presidente Duque.
Al acto, realizado en la Plaza de Bolívar, fue invitado el presidente Iván Duque. Sin embargo, el mandatario no acudió a la jornada y en representación del gobierno asistieron Miguel Ceballos, alto comisionado para la Paz, y Nancy Patricia Gutiérrez, consejera presidencial para los Derechos Humanos.
También hubo críticas por parte de la misma alcaldesa, que durante el acto afirmó que el perdón y la reconciliación son “algo que requiere presencia, no se puede hacer en ausencia”.
Algunas de las víctimas también se refirieron a la ausencia del mandatario. “Aquí tendría que estar el presidente, tendría que estar la Policía para pedir perdón”, dijo Maira Páez, pareja de Jaider Fonseca, asesinado por 4 tiros.
Pero la alcaldesa fue acusada de hacer política con las víctimas con el evento de este domingo. Uno de los primeros en reaccionar fue Hassan Nassar, jefe de Comunicaciones del presidente.
“Hay una gran diferencia entre un acto de reconciliación y un acto político”, escribió Nassar en sus redes sociales.
Horas más tarde, Nassar publicó un video en el que se observa a un hombre colocando el nombre del presidente en dicha silla vacía y acusó a López de cometer un acto sin pudor y sin vergüenza.
“Así se hace politiquería con las víctimas. Ponen el nombre en la silla después de empezar el evento y sabiendo que estaban en representación del gobierno el comisionado de Paz y la alta consejera de Derechos Humanos. Sin pudor y sin vergüenza, Claudia López”, tuiteó el funcionario.
Tras la polémica desatada por “la silla vacía” del presidente en el evento, el alto comisionado, Miguel Ceballos, afirmó que se sentía asaltado en su buena fe.
El funcionario explicó que en la noche del sábado se comunicó con Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá, y le comunicó que el presidente no asistiría a la liturgia ecuménica. Según Ceballos, le comentó a Gómez que en su lugar irían él y Nancy Patricia Gutierrez.
“Cuando llegamos a la Plaza de Bolívar había, sin embargo, una silla marcada con el nombre del presidente, frente a lo cual le manifesté al protocolo de la Alcaldía que yo ocuparía esa silla, como lo hice”, dijo Ceballos.
Según el alto comisionado, el nombre del presidente jamás fue removido. “Ahora en la tarde del domingo veo con sorpresa, y con tristeza también, que se había puesto otra silla a la derecha del padre Francisco de Roux y como quedó registrado en las cámaras, en esa silla pusieron el nombre del presidente Duque”, criticó el funcionario.
“El haber puesto una silla para que pareciera como vacía me parece que es una falta de respeto con el gobierno de Colombia y conmigo, quien estuve sentado al lado de la alcaldesa en todo el evento”, enfatizó el alto comisionado.
Director: Habib Merheg Marún