Por el homicidio del ciudadano Javier Ordóñez y por abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, la Procuraduría General de la Nación sancionó con destitución e inhabilidad por veinte años a los patrulleros Juan Camilo Lloreda Cubillos y Harby Damián Rodríguez Díaz.

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La decisión fue tomada por los hechos ocurridos en la madrugada del pasado 9 de Septiembre en el CAI del barrio Villa Luz en el noroccidente de Bogotá, donde Ordóñez recibió golpes contundentes por parte del uniformado Lloreda Cubillos, mientras su compañero lo observaba y se inclinaba para sujetarlo.

De acuerdo al fallo leído en la audiencia, el ciudadano “nunca recibió auxilio o atención a pesar de sus lamentos y desesperación por las dolencias que lo afectabany murió a causa de una “inmensa hemorragia producida por el estallido de un riñón”.

La conducta de los patrulleros, según la Procuraduría, constituye un acto contra el derecho fundamental a la vida de un ciudadano que debía ser cuidado por los policías, “pero contrario a ello, realizaron todas las acciones ilegales para causarle la muerte sin tener la más mínima consideración”.

Muerte de Javier Ordóñez a manos de policías justifica vandalismo?

Previo a que Ordóñez llegara al CAI del barrio Villa Luz, el patrullero Lloreda Cubillos le proporcionó múltiples descargas eléctricas con un taser. Según los uniformados, todo fue producto de un procedimiento policial para disolver una riña; sin embargo, el órgano de control dedujo, gracias a los videos de las cámaras de seguridad del lugar, que en realidad hubo un enfrentamiento físico contra la humanidad del ciudadano.

Después de haber sido electrocutado, el Ministerio Público demostró que los patrulleros llevaron a Ordóñez al CAI donde después de esposarlo y dejarlo en un estado de indefensión, lo golpearon “hasta cuando ya no se movía ni daba alguna muestra de vida”.

El ente disciplinario también aseguró que el hecho de golpear en la espalda y a la altura de la región lumbar, con tanta fuerza, a alguien que no se podía defender, demuestra “indudablemente” que la intención de los patrulleros era acabar con la vida de Javier Ordóñez.

Director: Habib Merheg Marún