El embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, salió a relucir durante los días finales de la campaña de elecciones en EE.UU. que enfrentó al demócrata Joe Biden con el presidente y aspirante a la reelección Donald Trump, cuando el expresidente colombiano Juan Manuel Santos dijo que “hay voceros del Gobierno actual de Colombia que están llamando a la campaña de Trump para ver cómo pueden ayudar. Y eso es muy grave”.
Eso lo dijo el expresidente Santos en septiembre, durante un foro de la Cámara de Comercio Colombo Americana. El presidente Iván Duque respondió: “Ni más faltaba que nosotros fuéramos a tratar de incidir en un pronunciamiento libre de los ciudadanos en los Estados Unidos”.
Pero lo que dijo el expresidente Santos se sumó a los señalamientos que les hicieron los congresistas demócratas Gregory Meeks y Rubén Gallego a los senadores uribistas María Fernanda Cabal y Carlos Felipe Mejía, y al congresista colombo-estadounidense Juan David Vélez, a quienes acusaron de recurrir “a las redes sociales, y uno a la prensa, para tomar partido en la próxima elección presidencial de EE.UU.”. Todo lo anterior hizo que el embajador de EE.UU. en Colombia, Philip Goldberg, instará a los políticos a no involucrarse en los comicios de su país.
Por eso, durante los tres días de incertidumbre que siguieron a la jornada electoral, algunos analistas consideraron que el Centro Democrático estaba incidiendo ante los posibles resultados, pues su apuesta era por Trump. El expresidente Uribe, sin embargo, dijo en diferentes momentos que su partido nunca se pronunció oficialmente sobre las elecciones en EE.UU.
Ahora, al disiparse la bruma que logró levantar Trump sobre los resultados de los comicios, al decir, como lo había anunciado meses atrás, que le habían robado las elecciones, y al consolidarse la victoria de Biden, cada país de la órbita de EE.UU. hace cuentas y proyecciones sobre cuál debe ser su rumbo con el demócrata en la Casa Blanca.
Director: Habib Merheg Marún