Haití atraviesa una fuerte crisis política y de seguridad desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave el pasado 7 de Febrero, fecha en la que Moise denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
Hombres fuertemente armados
entraron a la residencia del
presidente en horas de la
madrugada y tras herir y
asesinar a varios de sus
escoltas presidenciales, dieron
muerte al presidente Moise.
El asesinato se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de Septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato.
Moise había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto que no contaba con el apoyo de la oposición ni de la comunidad internacional.