Por @EscribidorMao
El Pacto Histórico se ha convertido en la esperanza de millones de colombianos que anhelan un cambio real en el país, un cambio que permita eliminar la participación de tanto político paracaidista que están en el congreso sólo para favorecer a los caciques políticos en la aprobación de proyectos o reformas de ley que benefician a los grandes emporios nacionales y en nada al pueblo colombiano.
Ante la aceptación de la propuesta del Pacto Histórico, son muchos los políticos que han visto en la iniciativa, una entrada al círculo político que promete tener millones de votos y esto sumado a una lista cerrada, da como resultado una vía rápida al congreso.
la ley del menor esfuerzo
La idea original, la que nos vendieron hace meses, es que el Pacto Histórico era una ventana para promocionar a cientos o miles de personajes honestos y transparentes que llegarían al congreso para erradicar la corrupción, pero con el paso de los días, la fórmula inicial, la que motivó a muchos colombianos a apoyar la idea de Petro, se fue convirtiendo en una puerta trasera para regresar al congreso sin mayor esfuerzo y bajo la sombra de Petro que lidera las encuestas.
Los primeros en aprovechar el estruendo político fueron Roy Barreras y Armando Benedetti, que sin pensarlo dos veces, abrazaron a Petro y se convirtieron a la Colombia Humana, pero ¿Hasta dónde personajes como estos representan el cambio que espera el pueblo colombiano?
Ahora y de la nada, sale Piedad Córdoba, que pasa la frontera de Venezuela sin registrarse debidamente y violando los requisitos básicos, para decir que regresa a la política para apoyar a Gustavo Petro y ser parte del Pacto Histórico. ¿Cómo la ven?
¿Se prostituye el PActo histórico?
Piedad fue cuestionada en La W por Julio Sánchez y su explicación fue que el Pacto Histórico es de todos y no solamente de Petro y que ella tiene el apoyo de su círculo político. A este paso, hasta el mismo Álvaro Uribe va a terminar pidiendo ingresar al Pacto Histórico de TODOS porque ya se está perdiendo el norte de su razón de ser, lo que lo hizo atractivo a los colombianos.
Mucho cuidado porque lo que inicialmente se vendió como una genial idea de restauración de la honestidad y credibilidad en el congreso, se puede convertir en otro discurso demagógico no distinto al de los políticos tradicionales que prometen de todo y no cumplen nada.
Petro deberá salir a explicar quienes pueden o no ser parte del Pacto Histórico, porque afirmaciones como las de Piedad Córdoba ponen en entredicho la transparencia de sus intenciones.
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