Gamaliel Álvarez era un profesor de matemáticas y danzas en colegios de Cundinamarca. En octubre de 2021 fue reportado por sus familiares como desaparecido. Sin embargo, su celular seguía funcionando y, de hecho, un hombre contestaba las llamadas y aseguraba que se encontraban de viaje.
En diciembre de ese año, vecinos de Puente Vargas, del municipio de Cajicá, donde vivía Álvarez, reportaron a las autoridades que de esa vivienda salía un olor putrefacto. Investigadores ingresaron a la vivienda y encontraron el cuerpo de Álvarez enterrado en su cocina.
Recientemente la Fiscalía presentó un informe del caso donde entregó detalles del macabro suceso que, según las investigaciones, habría sido cometido por Orlando Rojas, un obrero cercano a Álvarez y quien sería el que contestaba las llamadas.
Según los investigadores Rojas se habría vuelto cercano a Álvarez paulatinamente. Cuando decidió cometer el crimen lo degolló. Después lo prendió fuego, pero se dio cuenta que las llamas y el humo podrían llamar la atención de los vecinos, por lo que lo apagó y construyó la bóveda para ocultarlo, donde el cuerpo estuvo dos meses.