El presidente de Rusia Vladimir Putin anunció el envío de 300 mil reservistas al frente de guerra con Ucrania y puso sobre la mesa la posibilidad de usar armas nucleares si su país es atacado por fuerzas extranjeras.
En un discurso difundido por televisión, Putin advirtió: “A los que se permiten hacer tales declaraciones sobre Rusia, me gustaría recordarles que nuestro país también tiene varios medios de destrucción, y para algunos componentes más modernos que los de los países de la OTAN”, en referencia al supuesto plan de Occidente para aprovechar el conflicto con Ucrania para enviar tropas dentro de Rusia y “destruirla”.
Críticos occidentales interpretan el anuncio de Putin como una muestra de su desespero porque la invasión a Ucrania no marcha como pensó en un principio y porque cada día pierde el apoyo de los países que inicialmente lo acompañaran en la aventura bélica.
Estados Unidos manifestó que “tomaba en serio” las advertencias rusas sobre la amenaza nuclear.
El caso grave para la humanidad es que una vez alguno de los dos bandos apriete el botón de los misiles nucleares, no habrá vuelta atrás.