El derrumbe que se presentó el 9 de enero en la vía Panamericana, a la altura de Rosas, Cauca, ha causado graves consecuencias económicas en diferentes ámbitos, principalmente porque el departamento de Nariño quedó incomunicado por tierra.
Sin embargo, también se debe hablar de los habitantes del sector del derrumbe. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha venido realizando un censo para conocer el número de afectados que, hasta el momento, llegaría a 700 y que necesariamente tendrán que mudarse.
“No es posible vivir más allí, los niveles (de agua) son muy altos y si no pasa nada ahora, pasará mañana o dentro de un tiempo”, expresó el presidente Gustavo Petro. Por lo tanto, los habitantes de al menos siete veredas serán reubicados.
Para realizar la reubicación de los afectados el presidente anunció que buscarán una hacienda para comprar en la que quepan y que, además, tenga tierras que puedan ser trabajadas: “Puede ser el comienzo de una gran zona campesina que quisiéramos desarrollar y que podría incluso ayudarlos a aliviar las presiones sociales que hay en el norte del Cauca”, expresó Petro.