Vivir en el Caribe colombiano es un placer hasta que llega el momento de pagar las facturas de energía.
Desde los tiempos de Electricaribe, los costeños han padecido un pésimo servicio a las más altas tarifas. Las empresas que la remplazaron, si bien han mejorado un poco la calidad, no han parado de subir el precio al punto que en muchos hogares la plata no alcanza para todo: o se paga la energía o se merca.
Los prestadores actuales, Air-e y Afinia, responden que los altos precios son producto del incremento que los generadores han hecho sobre el valor del kilovatio, incrementos que ellos trasladan a los usuarios vía factura.
Con 30 grados de temperatura en promedio, pensar en disminuir el consumo para bajar la tarifa es impensable. ¿Quién apaga los ventiladores o desconecta la nevera? Así es fácil encontrar facturas por más de un millón de pesos mensuales solo por la energía.
La crisis de la energía eléctrica en el caribe viene desde hace decenios y toda la plata que se ha perdido por malos manejos, terminará pagándola el usuario final sin que las permanentes quejas de la gente y los gremios sirvan de mucho.