No es el primero ni será el último futbolista colombiano del que se dice que la noche lo atrae y la rumba lo seduce, pero sí es el primero de ellos en mantenerse vigente a sus 38 años y en anunciar, sin asomo de duda, que le quedan por lo menos otros tres para jugar en primera y convertirse en el mayor goleador histórico del país.
Es Dayro Moreno, delantero del Once Caldas que anoche en Bogotá consiguió el gol número 335 de su carrera profesional al marcar de pena máxima a Millonarios en el triunfo 2-0 del Once ante los Azules.
Con pintas de cantante de reguetón, tatuajes inmensos y peinados pintorescos, Moreno está en el tercer puesto de los futbolistas colombianos que más han marcado luego de Víctor Hugo Aristizábal (348), y Radamel Falcao García (347). Aristizábal está retirado y Falcao juega muy pocos minutos en su equipo.
Dayro es el jugador que todos quieren en su equipo. Porque, más allá de lo que haga en su vida privada, ha demostrado ser un profesional del fútbol que no olvida que es con goles que se ganan los partidos y procura anotarlos siempre.
Su equipo, el Once Caldas, baila en la cuerda floja de caer en el descenso de categoría. Dayro promete ser el parejo que en ese baile lo saque del problema a punta de goles.