Por Mauricio Marulanda
Mientras cerca de ocho mil indígenas procedentes del departamento del Cauca tardaron una semana en desplazarse desde el departamento del sur occidente colombiano hasta Bogotá para hablar con el presidente, Duque espera a que lleguen a la capital, para mandar al comisionado para la paz al Cauca a reunirse con los indígenas (que no están porque fueron a Bogotá) ¿A qué juega el presidente Duque?
Acorde a los expertos, se piensa que esta jugadita de Duque, busca que los indígenas regresen a su región, para evitar que se sumen al paro nacional programado para el 21 de Octubre.
Según el presidente Duque, las aglomeraciones en la capital, representan un alto riesgo para la salud de los bogotanos, pero debemos preguntarnos ¿No fue más grave el decreto del presidente Duque del día sin Iva que a nivel nacional invitó a todo el país a salir comprar en aglomeraciones inmensas? ¿Por qué lo de Duque sí es aceptable y la minga es ilegal y arriesgado?
«Donde se presentan aglomeraciones se incuba el camino a un rebrote», mencionó Duque en su mensaje. Y añadió: «El llamado que le hacemos a todos los colombianos es que nada justifica que en estos momentos pongamos en riesgo la salud y la vida».
Lejos de llegar a un acercamiento entre las partes, pareciera que Duque busca desestabilizar las protestas en contra de su gobierno y asume, equivocadamente que no tiene por qué atender a los indígenas.
Pareciera que Duque no ve con claridad el apoyo que le está brindando toda la ciudadanía colombiana, al valor y esfuerzo de los indígenas y esta decisión del gobierno es, en definitiva, un desafío directo a la democracia.
La excusa de Duque, que intenta convencer a los colombianos del riesgo de contagios, es un absurdo, cuando meses atrás el mismo presidente fue el autor de un decreto de ley que invitaba, no a los bogotanos, sino a todo el país a salir en desmandada a comprar televisores sin pensar en el bienestar de la ciudadanía. ¿Tiene lógica esta medida de Duque?
Hasta ahora, los indígenas han cumplido con todos los protocolos exigidos por el gobierno, no taponaron las vías, no se ha presentado confrontaciones con las autoridades, han sido respetuosos, pero nada de eso a importado, pues Duque persiste en no encontrarse con ellos, para evitar el manejo de temas tan delicados como los asesinatos de líderes indígenas en todo el país.
Meter la cabeza en la arena para no ver la realidad, es un acto infantil que sólo llevará a un confrontamiento directo entre la fuerza armada y los manifestantes, que de seguro, usarán cualquier pretexto para desacreditar a la comunidad indígena y así tratarlos de vándalos como ya es costumbre por parte de gobierno.
Duque debe entender que el país no está para aguantar más desmanes del gobierno, la gente está molesta, indignada, a la espera de cambios reales y Duque sigue siendo mal asesorado y esto podría terminar muy mal para todos.