Los chilenos votaron ayer NO en un plebiscito que buscaba saber si se aprobaba o negaba el texto de una nueva constitución. De 13 millones de votantes solo el 38% votó por el SÍ.
Pero esto no significa que los chilenos hayan preferido la antigua carta redactada en épocas del dictador Augusto Pinochet, no. Lo que se rechazó fue la nueva redacción y por tanto deberá redactarse nuevamente y someterla a votación plebiscitaria.
No se trata entonces de haber revivido a Pinochet según el trino del presidente Petro ni tampoco que sea un rechazo al gobierno de Boric como lo interpretó la senadora uribista María Fernanda Cabal.
Los chilenos sí quieren cambiar su constitución, pero el texto redactado no les gustó y por eso lo rechazaron. El presidente Boric ha garantizado que el proceso por una nueva carta continúe en el Congreso y las fuerzas sociales para que en marzo del 2023 se someta de nuevo a plebiscito.