Una agente de la Guardia Civil española apareció muerta junto a sus dos hijas, de 9 y 11 años de edad, en el cuartel en el que vivían. Al parecer, la mujer les habría disparado a las dos menores para luego suicidarse.
Los hechos sucedieron en una localidad llamada Quintanar del Rey, de la provincia de Cuenca. Otro miembro de la Guardia Civil notó que su compañera, que tenía 42 años, no llegó al puesto de trabajo, por lo que fue a la vivienda a buscarla, pero se encontró con los tres cuerpos sin vida.
Miembros de la Guardia Civil expresaron que la mujer, llamada Paola, se encontraba en un proceso de divorcio que no estaba teniendo buenos términos. Sin embargo, no se le notaba ningún tipo de “conducta anómala”.
Los cuerpos de las menores tenían dos impactos de bala y su madre tenía la pistola en la mano cuando fueron encontradas. El arma usada en el crimen era la de dotación.