Por estos días y como es costumbre en los medios de comunicación, las entrevistas a personajes políticos con aspiraciones a la presidencia son bastante comunes. Lo que no es normal es que durante una transmisión radial, los transeúntes se detengan a insultar a los periodistas y los políticos de la entrevista.
La escena de los hechos es bastante confusa, dependiendo del punto de vista de análisis. Colombia está atravesando una de las polarizaciones más grandes de su historia y entre más cercana la fecha de votación, los bandos de derecha e izquierda se confrontan, cada cual a su manera.
Usar la vía pública como escenario para una entrevista a un candidato del Centro Democrático, después del evento de Parque Salitre es un acto de valentía o de irresponsabilidad, eso depende de los criterios de los lectores. Lo que sí es cierto es que no hay motivo aparente para tomar ese tipo de riesgos en la vía pública y menos con un candidato del partido más cuestionado hoy en el país.
Afortunadamente las agresiones fueron verbales y no hubo un encuentro físico contra la periodista, los insultos salieron al aire durante su programa y la oportuna intervención, tanto de personas de seguridad del canal Caracol, como de otros que defendían la postura de la periodista impidieron que se presentara una tragedia de mayor magnitud.
Lo que sí debe quedar claro, no sólo para Caracol u otro medios de comunicación, es que este tipo de actos periodísticos incitan a las partes a una confrontación que podría terminar con hechos que podrían lamentarse..