Cuando Amstrong puso un pie en la luna anunció que sería un gran paso para la humanidad. Y lo fue. Pero comparando alcanzar la luna con el tamaño del universo, lo que falta por descubrir es infinito y la natural curiosidad humana se dispara cuando en sus sistemas aparece el registro de un sonido poco frecuente que parece venir de lo más profundo del cosmos.
Es una señal sonora que el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha descrito como una ráfaga de radio rápida, o sea, “ráfagas intensamente fuertes de ondas de radio de origen astrofísico desconocido”
Lo que más ha llamado la atención de los científicos es que ese tipo de ráfagas se presentan con frecuencia, pero de muy poca duración, de solo algunos milisegundos. Las nuevas pueden durar hasta 3 segundos y tienen un claro patrón periódico “similar a un corazón que late”.
La nueva señal tiene una procedencia desconocida, viene de una galaxia lejana a miles de millones de años luz y ha llamado la atención de la ciencia por ser la más larga y con el patrón mas claro detectado hasta ahora.
Para tener una idea de lo lejos que está su origen, un millón de años luz equivale al tiempo que tomaría recorrer una distancia de un punto a otro viajando en una nave a la velocidad de la luz, o sea, a 300 mil kilómetros en un segundo.
Estamos lejos, pero, al parecer, alguien nos habla…