En medio del llanto y la indignación, narró cómo fue amenazado con sufragios y una corona fúnebre que hicieron llegar hasta su vivienda. Esta es la tragedia del médico internista e intensivista José Julián Buelvas, quien labora en una clínica del municipio de Soledad (Atlántico).
En medio de la atención de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus y mientras el personal de la salud insiste en alertar que no cuenta con las condiciones y herramientas para operar, este lunes se conoció que un médico en Atlántico fue amenazado de muerte acusado de dejar morir a un paciente infectado con COVID-19.
En uno de los mensajes, lo sindican de inepto y de “una negligencia abrumadora”, lo amenazan con propinarle un disparo en la cabeza y le dan 24 horas para que renuncie a la Clínica Adela de Char, extendiendo la intimidación a su familia. A ello se suma que recibió en su vivienda una corona fúnebre.
“Usted está dejando morir pacientes en la Clínica Adela de Char por una negligencia abrumadora que trae sus raíces de otras clínicas (Paso de la 21). Esa negligencia estoy dispuesta a curarla de una sola manera: quiero, deseo y estoy encantado de meterle una bala en la cabeza (…) a mi amigo le dejó morir a su mamá porque no le dio la gana de atenderla por estar ganando más plata en otra clínica (Asunción)”, señala una carta recibida por Buelvas.
Posteriormente, el médico –entre el llanto y con la corona fúnebre en sus brazos– divulgó un video en el que defiende su actuar y niega que de alguna manera sea su intención o la de alguno de sus colegas dejar morir intencionalmente a cualquier paciente. “Es imposible que dejemos morir a alguien, fuimos formados para salvar gente”, asegura.
En esa línea, advirtiendo que muchas veces no tienen las condiciones para desarrollar su labor, el médico Buelvas pide ayuda al Gobierno Nacional para que le brinde protección a él y sus compañeros.
Director: Habib Merheg Marún