El juez de conocimiento lo condenó a pagar treinta y ocho años de prisión, negó la suspensión condicional de la ejecución de la pena y la sustitución de prisión domiciliaria. El universitario de 23 años que fingió buscar su exnovia Natalia Fernández Montoya, de 22 años, señalando que estaba desaparecida, lloró la muerte de la mujer y después confesó que la asesinó por celos.
El estremecedor caso ocurrió el 13 de Octubre de 2020, en el barrio Primavera, en Villavicencio, Meta, cuando Carlos Andrés, estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad de los Llanos (Unillanos), buscó a Natalia, estudiante de Ingeniería de Sistemas de la misma universidad, luego de enterarse de que la joven mujer tenía una nueva pareja.
Carlos Andrés llegó a la casa de Natalia en la noche y luego de una discusión terminó por atacarla brutalmente, causándole la muerte en una de las habitaciones. Horas después, en la mañana, el estudiante volvió a la casa, presuntamente buscando a Natalia porque habían quedado de ir a almorzar y porque había recibido una llamada de la mamá de la estudiante, quien preocupada le preguntaba por ella.
Ingresó a la vivienda con un vecino y habría sugerido buscarla en la habitación, ubicada en el segundo piso, según la versión de personas que viven cerca del sector. Allí se encontraba el cuerpo de Natalia cubierto con una sábana blanca.
Vecinos cuentan que el joven salió compungido y con profundo dolor por lo ocurrido. Después, cuando los investigadores lo interrogaban no habría aguantado la presión y terminó por confesar lo ocurrido, incluso sobre la manera como habría acabado con la vida de Natalia.
Las labores de Policía Judicial y de los forenses de Medicina Legal demostraron que el procesado golpeó en repetidas oportunidades a la joven y, posteriormente, la estranguló.
La contundencia del material probatorio recaudado por la Fiscalía Especializada de la Seccional Meta permitió que el condenado aceptara su responsabilidad en el delito de feminicidio agravado.
El juez de conocimiento lo condenó a pagar treinta y ocho años de prisión, negó la suspensión condicional de la ejecución de la pena y la sustitución de prisión domiciliaria.