El domingo se presentó un atentado con bomba en el centro de Estambul, capital de Turquía. En este acto terrorista se han registrado seis muertos y 81 heridos. De inmediato las autoridades turcas informaron que la explosión la habría causado una mujer en un “acto suicida”.
Una hora después de la explosión, el Consejo Superior de Radiotelevisión prohibió a todos los medios turcos emitir cualquier imagen del atentado o los heridos, así como informar sobre la investigación y un posible arresto de sospechosos.
Este lunes las autoridades turcas capturaron a una mujer de nacionalidad siria a quien acusan como responsable del hecho. De igual manera, acusan al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como responsables. Ellos negaron su participación.
El gobierno de Estados Unidos emitió un mensaje de condolencias al pueblo turco, pero este fue rechazado desde Estambul, pues siempre han acusado al país norteamericano de proveer armas al PKK.
“No aceptamos el mensaje de condolencias de la embajada de Estados Unidos. Lo rechazamos. Nuestra alianza con un Estado que apoya a Kobane (localidad al norte de Siria) y a sus focos de terror (…) debe ser discutida”, expresó Suleyman Soylu, ministro del interior de Turquía.
Cabe resaltar que actualmente Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, y Joe Biden, presidente de Estados Unidos, se encuentran en la cumbre del G20 en Indonesia. Allí el mandatario estadounidense anunció que está del lado turco, pues también son miembros de la OTÁN.