El presidente Gustavo Petro anunció en vísperas del Año Nuevo la que quizá sea la apuesta más audaz en lo que va de su gobierno y seguramente la que ocupará la mayor parte de sus horas: cese al fuego bilateral con los 5 grupos armados más grandes del país: ELN, Segunda Marquetalia, Estado Mayor Central, Autodefensas Gaitanistas (Clan del Golfo), y Autodefensas de la Sierra Nevada.
El anuncio del acuerdo para cesar el fuego entre esas organizaciones y las fuerzas militares es la noticia más importante del gobierno Petro en temas de paz luego de la conformación de la mesa de diálogo con el ELN que ya culminó su primera etapa en Venezuela.
El cese al fuego pactado durará 6 meses y enfrenta retos enormes pues son tantas organizaciones y de tan variada índole que el papel de la ONU y de la Defensoría del Pueblo -quienes monitorearán el cumplimiento-, será fundamental para evitar que se rompa y afecte la confianza entre las partes, un factor primordial para la fase siguiente en la que, mediante el diálogo y la concertación, se podrá seguir avanzando.
El cese al fuego es un acuerdo entre el estado y las 5 organizaciones armadas mencionadas, pero quedan dudas en cuanto a cómo funcionará entre ellas debido a que en muchas zonas del país se enfrentan entre ellas por el control territorial y el del narcotráfico.
En anteriores procesos de paz con grupos armados, el cese al fuego se dio luego de sentarse a dialogar. En el actual, con excepción del ELN con quien ya hay mesa de negociación, la decisión de cesar acciones ofensivas entre los grupos y las fuerzas armadas del estado se da como la cuota inicial de un proceso que no será fácil pero sí muy prometedor.