Desde hace dos semanas Andrés Forero, concejal de Bogotá por el Centro Democrático, ha venido denunciando que el canciller Álvaro Leyva no debería ocupar este cargo por un posible conflicto de intereses no declarados.
Las denuncias se dieron porque la hija y la esposa de Leyva son socias de una empresa llamada Portulive Consulting Limited Liability Partnership, dedicada a la expedición de visas a Portugal, lo que para el concejal Andrés Forero significa un conflicto de intereses que el canciller debió haber declarado.
Por ese motivo Forero hizo una petición a la Cancillería para que expliquen la situación y por qué Leyva no la declaró desde su posesión.
Forero iba por lana y salió trasquilado, pues la Cancillería respondió rápidamente a la petición y expresaron que “en todo caso, ninguna de ellas constituye causal de conflicto de interés previo, por lo cual no habría podido declararlas como tal”.
Sin embargo, Leyva dejó un sinsabor, pues expresó que no tenía conocimiento de la existencia de la empresa y la participación de su familia en ella, lo cual es difícil de creer.