Una jueza trabajadora y de bajo perfil tiene a su cargo el caso más sonado de los últimos años. Se trata de Carmen Helena Ortiz Rassa, jueza 28 de conocimiento de Bogotá, quien recibió en reparto la obligación de decidir si el argumento del fiscal Gabriel Jaimes es suficiente para ordenar la preclusión del proceso contra Álvaro Uribe por manipulación de testigos.
Ante las fuertes críticas de miembros de la oposición por el manejo que ha dado la fiscalía general de la nación y la decisión del fiscal Jaimes, la juez Ortiz tiene los ojos de toda la nación a la espera de una decisión basada en los argumentos presentados por las dos partes.
La jueza nacida en Pasto ha generado una muy buena percepción entre sus compañeros. Siempre es vista con un Código Penal y un Código de Procedimiento Penal bajo el brazo. También es reconocida como la jueza cuyo despacho es uno con muy pocos casos acumulados. Normalmente ha trabajado con procesos de bajo impacto como hurtos o investigaciones de corrupción en contratos.
La jueza que decidirá el caso lleva un largo período en el que ha trabajado en los juzgados de Paloquemao. El pasado 8 de Marzo, al despacho de Ortiz llegó el estudio de la solicitud del fiscal Gabriel Jaimes de precluir la investigación contra Uribe.
¿Tendrá la libertad necesaria la juez
Ortiz para obrar de manera transparente?
Si la jueza falla a favor de Jaimes, el proceso contra Uribe podría ser archivado. Si en cambio escucha los argumentos del senador Iván Cepeda y el exfiscal Eduardo Montealegre, la investigación contra el expresidente seguirá su curso. El primer avance en este proceso será la decisión de la fecha de audiencia.