Si sus simpatías futbolísticas estaban por los lados de Alemania o de España, seguro que para usted este Mundial es como si hubiera terminado. Si por el contrario sus apuestas van por Brasil, Argentina o Francia, lo mejor de la Copa está por venir.
Este Mundial ha sido sorpresivo en cuanto a la salida de equipos favoritos –que por demás no jugaron bien-, y algo soso en la primera etapa. Como un café sin cafeína pues las emociones del juego han estado ausentes con excepción de algunos momentos de partidos en los que las estrellas han sacado la cara más que sus equipos: Messi, Mbappé, Neymar. Y pare de contar.
Japoneses muy guerreros que al parecer nunca practicaron penaltis y marroquíes decididos a encerrarse en su arco teniendo con qué atacar y convertir, fueron las notas de dos de los partidos de octavos de final, etapa que quedó en deuda con la afición.
Y si Catar se ganó la sede gracias a los sobornos que repartieron a quienes decidían la sede, para el próximo Mundial gracias al afán “democrático” de la FIFA la calidad puede ser peor debido a que se aumentan el número de países participantes en la primera etapa del torneo que de por sí ofrece partidos realmente aburridos.
Por ahora, a esperar que cuartos de final traigan las emociones que hasta ahora han sido bastante escasas.