POR MAURICIO MARULANDA
De manera clara, para que todos puedan entenderla, el senador Gustavo Bolívar, lanzó una propuesta en donde explica el por qué los 14 millones mensuales que reciben los congresistas como Gastos de Representación no deberían ser entregados a los miembros del congreso porque no los están usando, acorde a lo que explica la ley. En otras palabras, esa platica se la están robando de manera descarada, mientras el país, intenta mejorar su condición económica para extender los auxilios a los más necesitados.
A pesar que todos los argumentos presentados por el senador Bolívar son válidos y están pegados a la ley, los congresistas lograron tumbarla por mayoría de votos.
¿Quiénes fueron estos congresistas?
María Fernanda Cabal (Centro Democrático)
Paloma Valencia (Centro Democrático)
Eduardo Pacheco (Colombia Justa, aliada de Centro Democrático
Miguel Ángel Pinto (Partido Liberal)
Santiago Valencia (Centro Democrático)
Eduardo Maya (Partido Conservador)
Guillermo García (Partido Liberal)
Pero ahí no para el escándalo, hubo un grupo de Senadores que NO VOTARON la propuesta y abandonaron la sesión, dejando así sin piso la aprobación de la iniciativa.
LO GRAVE DEL ASUNTO …
Partiendo del principio legal y ético (cosa que pocos congresistas ejercen en este país), los Gastos de Representación no están siendo usados por los congresistas y por NO TRATARSE de parte de salario, sino de un auxilio, NO DEBERÍAN INCLUIRLO en sus actuales pagos, pero una vez más el Centro Democrático y sus honorables senadores nos demuestran que sus intereses personales están por encima de la ética, la moralidad y el apoyo al país en épocas de crisis económica.
¿Qué se puede esperar
de un congreso que
antepone sus codicia a
la crisis nacional?
Son épocas como esta, la que nos permite conocer el verdadero rostro de nuestros dirigentes políticos, son ellos y sus actos, lo que reflejan de manera cínica la manera y forma en que se comportan cuando están en campaña y otra muy distinta cuando están en el poder.
En definitiva, Colombia atraviesa una de sus peores crisis políticas de toda su historia, en donde la desfachatez de aprovecharse de los recursos del Estado, de los recursos del pueblo colombiano, se ha convertido en una moda desvergonzada de robos al erario y ya poco les importa lo que la gente pueda pensar. El descaro habrá de cobrarles en las próximas elecciones, por lo menos así lo esperamos muchos.
