El daño que ha causado la Colombia Humana y el Pacto Histórico a los altos círculos de la política nacional, ha obligado a todos los partidos a sufrir una crisis nacional de confiabilidad e imagen que, en el caso de César Gaviria, se ha visto obligado a buscar todo tipo de alianzas para conservar sus cuotas y curules en el congreso.
La división generada por los hermanos Galán y con el apoyo de varios líderes del partido, dejó al viejo liberalismo en solitario y en la búsqueda de alianzas que le permita mantener su poder en el congreso.
La estrategia de César Gaviria con el partido liberal es una: el que tenga votos puede entrar al liberalismo y el grupo del congreso.
Bajo ese precepto el jefe liberal armó la lista al Senado, que esta vez estará encabezada por Lidio García Turbay, quien ha estado en el Congreso desde 2010 cuando reemplazó a Piedad Córdoba en el Congreso. García, quien fue presidente del Senado en el anterior periodo legislativo, ha sido la nueva cara del clan Turbay de Bolívar junto a su primo Dumek Turbay, exgobernador del departamento. El expresidente Gaviria confía en la resurrección de la casa política, que hace cuatro años puso 118 mil votos.
Gaviria entiende que perder curules en el congreso, significa estar distante del poder de las decisiones tomadas en bancada, que son las que determinan el poder de cada partido.
Al igual que el liberalismo, el Centro Democrático, el partido de la U y los conservadores también se han visto muy afectados por esta nueva ola progresista que apoya las ideas de Petro y el Pacto Histórico.
Es evidente que la derecha en Colombia afronta la peor de sus crisis en toda la historia y que producto de ese miedo de una victoria de Petro, están dispuestos a unirse en torno a un sólo candidato para dar una disputa justa en la campaña presidencial y las elecciones para el congreso.
Ya uno de los partidos cristianos se unió a César Gaviria, trato que obliga a los viejos y tradicionales liberales a cambiar su política de pensamiento y criterio que debe sacrificarse para mantener el poder político que necesita César Gaviria.