La Clase Media, si todavía se le puede llamar así después de estos dos meses, ha sido la más afectada por la Pandemia del Coronavirus, porque para ellos, el Estado no los tiene en cuenta, ni hace nada para ayudarlos, ni siquiera aplican para un mercado de esos de salvamento social. Están jodidos.
Esa clase media conformada en parte por un sector de emprendedores, comerciantes, trabajadores, profesionales y hasta personas mayores que han invertido en los mercados de acciones (en baja proporción), hoy están con el agua al cuello, intentando sacar plata para pagar deudas, cumplir con los parafiscales y hacer remesa para sus casas.
Como si ya no fuera poco, los bancos se han mostrado escépticos a la hora de aprobar préstamos a la clase media pues su capacidad de ingresos ya noes la misma de antes y consideran que el riesgo es muy alto.
Sin ayuda del gobierno, el rechazo de la banca y por supuesto la indiferencia de la sociedad, reconstruir el pasado es una tarea compleja que nos debe dejar una reflexión importante:
¿Cómo núcleo familiar estamos
preparados para una nueva crisis
similar a esta a nivel mundial?
Por lo general, la clase media lleva un ritmo de vida muy distinto a las demás, intentando demostrar que ya casi es clase alta, pero un poco apretado por las deudas y compromisos, que en cualquier momento, como por ejemplo una Pandemia lo pueden desestabilizar y mandar directo al estrato II.
El estrato II y III, saben su lugar en la sociedad y lo aceptan sin problema, aunque siempre están buscando esa oportunidad de subir un poquito pero sin asumir deudas o riesgos altos.
La sociedad nuestra tiene diversas formas de identificarse ante una crisis, pero este coronavirus ha logrado ponernos a todos, en la misma condición de encierro, por supuesto cada estrato vive su confinamiento a su medida, pero al final del día, todos estamos metidos en nuestras casas.
Director: Habib Merheg Marún