Por: Habib Merheg Marún
Luego de varias semanas publicando trinos sobre el acontecer electoral del país, por fin el campeón del Tour de France Egan Bernal, anunció su intención de voto: se va con Fico. Y desde que lo dijo no le han parado las críticas (muchas), los elogios (algunos), y las opiniones (bastantes), respecto a algo que no debería causar ningún alboroto sino por fuera porque el campeón del ciclismo es una figura pública con fuerte presencia en redes sociales y medios y porque en anteriores ocasiones se ha mostrado distante a la corriente que hoy dice apoyará con su voto. Por ejemplo, cuando pregona su origen humilde y el episodio cuando anunciaron que le iban a dar la Cruz de Boyacá.
Por su parte y sin afirmarlo tan claramente pero sugerido casi que de manera inequívoca, el exministro Alejandro Gaviria dijo en un artículo publicado en el diario londinense Financial Times : “Hay mucha insatisfacción. Podría ser mejor tener una explosión controlada con Petro que embotellar el volcán. El país está exigiendo un cambio”.
Le critican al ex precandidato presidencial por el centro, que su comentario haya sido a favor de Petro y no a favor de Fajardo que es al fin y al cabo el ganador de la consulta y el merecedor del apoyo de todos sus compañeros perdedores.
Pero, contrario a Egan, Alejandro Gaviria ha demostrado ser coherente en sus posiciones y en sus preferencias, pero, sobre todo, ha demostrado ser coherente con sus ideas liberales que le permiten ver el panorama en general y rescatar de cada propuesta los valores que cree en su convicción son los que más favorecen al país.
Y no es una posición de hoy ni puede decirse que es un aprovechamiento de la coyuntura, no. Que lo separan muchas cosas de Petro sí, pero eso no significa que no pueda examinar en conjunto los hechos y las realidades frente a las propuestas y opine como lo hizo.
Las convicciones para que lo sean, no pueden ser flor de un día. Las preferencias basadas en las convicciones a veces pueden sorprender a mas de uno que solo ve parte del paisaje o ignora la trayectoria y el pensamiento que se ha mantenido con los años.