Ayer, durante su discurso en la Plaza de Bolívar de Bogotá, el presidente Gustavo Petro anunció Colombia rompería relaciones con Israel. La Cancillería oficializó hoy esa decisión a través de un comunicado que resalta el principal motivo para tomar la decisión: “Colombia no puede ser cómplice ni guardar silencio”, dice la nota firmada por el canciller encargado Luis Gilberto Murillo, en referencia a la situación que se vive en la Franja de Gaza que el presidente no ha dudado en calificar de genocidio.
El gobierno de Colombia ha sido duro crítico de la respuesta de Israel contra los palestinos residente en la Franja de Gaza, como reacción al ataque de Hamás el 7 de octubre. En 5 meses, se reportan más de 35 mil muertos del lado palestino entre los cuales hay cerca de 14 mil niños.
El comunicado de la Cancillería reitera que el rompimiento es de relaciones diplomáticas con el gobierno de Israel y no con el pueblo israelí. Llama, además, al cumplimiento de las resoluciones de la ONU que desde décadas atrás condenan a Israel por sus acciones de segregación y apropiación de territorios.
No es la primera vez que Colombia rompe relaciones con un país. Durante el gobierno Duque, Colombia rompió relaciones con Venezuela que en ese entonces era el principal socio comercial del país y en el gobierno Uribe, el rompimiento se hizo con Ecuador. Hay muchas diferencias con la situación actual entre las que se destacan que con Israel no se comparte frontera (con Ecuador y Venezuela, sí), ni el intercambio comercial es tan significativo como lo era entonces con los vecinos. La otra diferencia es que los que ayer aplaudieron la decisión presidencial, hoy la condenan como el peor error que se pudo cometer.