La familia de Francisco Javier Rondón, desde Cali, dice que él reconoce haber cometido un error, pero les pide a las autoridades que permitan un acto humanitario para que pueda morir en su tierra.
Aseguran que era estudiante universitario, pero un cáncer lo puso en riesgo de muerte cuando tenía 20 años. Se curó, pero luego cayó en un delito y lo sentenciaron a cadena perpetua en una prisión de Shanghái, donde después de casi 20 años le reapareció la enfermedad.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección Asuntos Migratorios, Consulares y Servicio al Ciudadano y el Consulado de Colombia en Shanghái, República Popular China, dice que ha estado atento a las peticiones de Rondón y en contacto con autoridades de ese país para su caso.
«Hermanos y hermanos, soy Francisco Javier Rondón, ciudadano colombiano. Nací en Cali en 1976. Tengo 44 años y en estos momentos me encuentro detenido en la Shanghái y he estado aquí por cerca de 10 años, no he cumplido la mitad de la sentencia», dice el audio de Rondón desde la prisión de Quin-Pu de Shanghái. «Recurro a ustedes porque estoy atrapado en un grave y mortal peligro. A fines de la década de los 90 y comienzos del 2000 me diagnosticaron un cáncer que me afectaba la zona posterior del peritoneo (membrana que envuelve el abdomen), el sistema linfático y el pulmón izquierdo. Fue una batalla que incluyó cirugía y quimioterapia en la que el mal desapareció, pero me advirtieron que podría volver en cualquier momento y debía tener exámenes periódicos».
Director: Habib Merheg Marún