Es inminente la implementación de una nueva reforma tributaria en Colombia. La crisis económica y la necesidad de presupuesto para desarrollar el nuevo plan de gobierno lo requieren. Es por eso que el 8 de agosto se radicó este documento.
Claramente, la implementación de una nueva reforma tributaria genera temores y la oposición aprovecha para irse con toda al gobierno, es el momento perfecto para hacerles ver como enemigos del pueblo y su desarrollo.
Sin embargo, el gobierno de Gustavo Petro, apoyado en este caso por el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, se ha mostrado abierto al diálogo y la negociación. Es por eso que el gobierno se ha reunido con empresarios colombianos y otros sectores políticos para discutir la nueva reforma, lo que, además, ha generado con éxito que se le hayan hecho modificaciones.
Así las cosas, José Antonio Ocampo anunció que tendrán un cobro adicional de impuestos solo a quienes tengan patrimonios de más de 10.000 millones de pesos. Por otro lado, los precios del ACPM y el gas, que son los combustibles más usados en el transporte público, no aumentarán.
En cuanto a los alimentos sí se pondrán impuestos a los ultra procesados, pero será paulatino. De igual manera, el gobierno decidió que será un impuesto dependiendo el nivel de ventas de la empresa. Por lo tanto, los pequeños productores pagarán menos.