Por Mao Escribidor
Cuando uno piensa que lo ha escuchado todo, sale a los medios la noticia que nuestro presidente se reúne con Tomas Uribe para discutir la viabilidad de la Reforma Tributaria. Quedé Plop. Pero luego de digerir la noticia comprendí la profundidad de dicha reunión. Ya quisiera yo poder tener una reunión, no con Duque, sino con Tomás, para que me enseñe a convertirme en millonario vendiendo manillas.
Este joven emprendedor colombiano, quien con el sudor de frente ha logrado demostrar que la perseverancia y el enfoque empresarial es el camino para arrumar una fortuna, a través de la transparencia de sus negocios. A mi juicio, esta es la única justificación por la cual el presidente decide tener una reunión privada con un ciudadano del común, porque debemos recordar que Tomás Uribe no es un congresista, no es un empleado público, no sostiene un cargo gubernamental que le ayude a conseguir una cita privada de esta magnitud, a la cual no accede cualquier fulano en Colombia, ni siendo congresista de la república.
La ventaja de tener un papá influyente, un papá presidente detrás de bambalinas que mueve las cuerdas de la política del país, pero si eso les cae como patada en el ass (Rabo para lo gringos de tres letras), resulta que dicha propuesta de Reforma Tributaria que discutió con Tomacito, ni siquiera ha sido expuesta en el congreso. ¿Qué significa esto? Que nuestro presidente primero consulta con el Hijo del Patrón, la posible Reforma antes de darla a conocer a su congreso. Sólo pasa en Polombia!
¿Qué pude aportar Tomás Uribe
que tanto le interesa a Duque?
Hmmmm … busquemos la conexión. Es posible que esta reunión tenga mucha más importancia de lo que creemos, pero todo pareciera que, a pesar de las negativas de Tomacito de no participar en política, los hechos demuestran que Duque anda dando mucha cuerda al hijo de Uribe, como alistándolo para el 2022.
¿Por qué establecer un diálogo
con Tomás Uribe y no con un
experto en economía como Petro?
Porque así fuera el fin del mundo, nunca el Centro Democrático escucharía a Petro por temor a terminar como Venezuela opeor aún, porque hacerlo, podría llevar a Petro a derrotar a sus opositores en las elecciones del 2022
Lo curioso del asunto es que para muchos miembros del Centro Democrático la reunión de Tomacito con Duque no estaba en la agenda del partido, o sea fue pactada a espaldas del partido y con la aprobación del Patrón del Uribismo y cuando eso pasa, nadie, absolutamente nadie, se atreve a cuestionar las órdenes del Señor Uribe, eso por supuesto también incluye al SubPresidente.
Así son las cosas en Polombia y recuerde que esta presidencia está abierta a recibir a todos los colombianos del común para hablar de la Reforma Tributaria, que ni el congreso conoce a fondo, sólo llame a la Casa de Nariño y pida su cita.