A diferencia de muchos candidatos de las grandes maquinarias, Gilberto Tobón Sanín obtuvo más de 173.000 votos.
Tal vez si hubiera estado en otra lista, el politólogo y abogado Gilberto Tobón Sanín habría sido una de las grandes sorpresas en estas elecciones. No es para menos: 173.558 personas votaron por él, según el preconteo de la Registraduría, pero no le alcanzaron para llegar al Senado.
Otros candidatos con menor votación, como Ariel Ávila (97.470 votos), Paloma Valencia (63.062) o Andrea Padilla (48.803), sí tienen asegurada su curul. ¿Por qué?
La respuesta está en el umbral, que es el mínimo de votos para que un partido debe conseguir para obtener al menos un escaño en Senado o la Cámara, garantizando su personería jurídica. El umbral se calcula con el 3 por ciento de los votos válidos emitidos, es decir, contando el voto en blanco.
Para estas elecciones al Senado, se emitieron 16’278.961 votos válidos. En ese sentido, el umbral quedó en 488.369 (la cifra podría tener una variación muy pequeña, pues el preconteo va en 99,41 por ciento de las mesas informadas).
Fuerza Ciudadana, el partido por el que se presentó Tobón Sanín, tuvo apenas 439.596 votos en total para Senado. Así que, ni con preconteo terminado ni escrutinio, le alcanzaría para garantizar una curul. La diferencia con el umbral es de más de 48.700 votos.
El fracaso de la lista al Senado de ese partido fue estrepitoso. El segundo candidato más votado fue el exalcalde de Santa Marta Rafael Martínez, con 80.549. De resto, todos estuvieron por debajo de los 20.000. Hollman Morris es un claro ejemplo: se quemó con apenas 9.511 votos.
Esto no significa que Fuerza Ciudadana vaya a perder su personería jurídica. En la Cámara por Magdalena, donde está su fortín político, llegó a 66.990 votos, suficientes para garantizar una curul. ¿La razón? En el Magdalena se han contado 483.369 votos válidos, de modo que su umbral es de 14.501.